Llegó Septiembre, y con el otoño. Toca despedirnos del verano, los helados, tapas y cervecitas en las terrazas y chiringuitos.

Después de todos los excesos del verano y algún que otro capricho, es momento de volver a poner orden y equilibrio en nuestra dieta, y retomar tus hábitos de vida saludable para volver a entrar en tus vaqueros favoritos. 

Pero tranquilos, hoy os contamos algunos consejos con los que podrás perder hasta dos kilos en menos de un mes. 

• Aumenta el consumo de hortalizas y verduras en el almuerzo y en la cena. Cocinadas al horno, al vapor, en cremas o gazpachos...  O crudas en ensaladas. Su alto contenido en potasio y fibra es algo básico para depurar nuestro cuerpo. 

• Haz cinco comidas al día. Este paso es muy importante, pues nuestro cuerpo es una máquina que está constantemente consumiendo energía y como tal necesita que le demos combustible para que funcione de la manera más optima posible. Una de las principales razones por las que debemos realizar cinco comidas al día es porque al comer solo tres veces, dejamos pasar mucho tiempo entre comida y comida por lo que nuestro cuerpo necesita más alimento, aumentando así el hambre y la ansiedad, llevándonos a comer compulsivamente. Debemos tener en cuenta que la comida más importante del día es el desayuno, la cual debe ser más abundante, e ir reduciendo cantidades hasta hacer cenas ligeras. El objetivo es comer más veces pero en menos cantidad, de esta forma activamos el metabolismo para quemar más. 

• Utiliza frutas, hortalizas y verduras como complemento alimenticio en licuados y zumos. ¿Sabías que un zumo de verduras prensadas en frío puede llegar a aportarte los nutrientes de un kilo de vegetales? Eso sí, siempre como algo puntual.

• No dejes de salir. Cuando quedes con los amigos el fin de semana, elige tapas o platos menos grasos y evita los fritos. Y, sobre todo, vigila el consumo de alcohol. No tomes más de una copa de vino o un par de cañas de cerveza, como mucho. 

• Si tienes que comer en el trabajo, intenta comer como si lo hicieras en casa y llévate un tupper sano. Verduras cocinadas o en ensalada, pasta integral, arroz con verdura, etc. Sobre todo, llévate la media mañana y la merienda para evitar la tentación de ir a las máquinas de comida rápida o cafeterías. 

• Bebe mucho. Y no solo agua, té, zumos naturales ( sin abusar, recuerda que el azúcar de los zumos es más perjudicial que el que aporta tomar la fruta entera), caldos...  Cuando el cuerpo está en los niveles óptimos de hidratación es más fácil adelgazar. Las toxinas se eliminan con más facilidad y nos aporta las dosis necesarias de minerales. 

• Proponte un plan de ejercicio físico que sigas de forma habitual. Una buena forma de recuperarte es entrenar al 50% durante los primeros diez días. Es decir, reducir a la mitad el volumen total de esfuerzo, que es el resultado de multiplicar el tiempo del entrenamiento por la velocidad o el peso. Así correrás la mitad de la distancia, pero también lo harás más lentamente. En el caso de las pesas, harás la mitad de series, aunque con más repeticiones y menos peso. Un truco para animarte: sobórnate. ¿Cual es la recompensa? Un paseo, una película en el cine, una siesta, un masaje... Lo que sea, ¡pero que no sea comida!